viernes, 9 de noviembre de 2018

PROGRAMA TODOS A APRENDER CON LOS MISMOS ACTORES


CARTA ABIERTA AL GERENTE DEL PTA

 

¿Esfuerzo inútil?




 “No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible”                                                                                                                                                                        Píndaro

                                  

Dr.
Hernando Bayona
Gerente  PTA

Respetado señor,
El PTA no me cualificó para ser inmortal, sino para hacer posible el derecho a la educación en poblaciones vulnerables, como mi deber ser en la función social que tengo de tutor.  Esa premisa hace que  me dirija, a usted, respetuosamente, en calidad de gerente del Programa Todos a Aprender.
Al recoger mi piedra  mirando la cuesta. Quiero pensar que a usted lo nombraron para que le diera un significado al PTA. No sé quién se beneficiara de dicha interpretación, pero por sus galones de aula, sigo pensando que será la educación que nosotros impactamos. Porque muy seguramente para asumir el cargo, se retrotrajo a nuestra historia y se habrá dado cuenta que estuvo signada, de no pocos inconvenientes para legitimarse, que hubo que luchar, incluso, contra nosotros mismos, contra los fantasmas del cambio,  contra la zona de confort de unas culturas asqueadas y  permeadas por el no futuro...
Ahora, más que maestro, como gerente del PTA es dueño de las palabras con las cuales justificara ese significado y por ende eso lo hace señor de las cosas y de las voluntades. Sé por mi formación que las palabras vienen acompañadas de conceptos, y son los conceptos los que le ponen cuerpo a las palabras. De allí que es bueno saber que significa para usted educación entre pares, in situ, en cascada, acompañamiento de aula etc; no como un test, sino para justificar en lo misional, que lo que nos ha alentado, durante este tiempo, tiene un norte y que se justifica nuestra cualificación e incluso que no soy un producto propio de la filosofía de lo absurdo.
Al trepar la cuesta, voy recordando a García Márquez: “El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”, por eso quien pone los nombres manda; no en vano el diccionario es el manual de guerra más revolucionario y las palabras ayudan a tener poder. Quizás eso hace que, adjetivamente, el termino  más inocuo para la educación sea: ”lo políticamente correcto” porque suena a teoría de la conspiración propia del avestruz y lo digo porque durante este quinquenio a Formadores y  Tutores, nos cualificaron para impactar aulas, en la conjunción del binomio: docente -alumno y por ende a comunidades educativas; no nos empoderaron para regodear asignaturas o palabrear ámbitos temáticos. Lo nuestro fue de músculo financiero e intelectual. Que no puede ser dilapidado con 35 niños, cuando impacta a dos mil, como en mi caso y  a más de 20 mil como a mi formador.
Ahora que estoy en la cima, disfrutando con mis comunidades los ISCE – quieren que arroje la piedra cuesta abajo- me resisto, porque sé, igualmente, que las palabras, conceptualmente, se reconstruyen a través de un diálogo y no de esa especie de remasterización mediática de la educación, cada cuatrienio, como círculo perverso de demolición  y reconstrucción.
Arriba veo más de tres mil mujeres y hombres de academia– formadores y tutores- cualificados cual más, sin ganas de lanzar a rodar su piedra. Un caudal humano con grandes cualidades humanas y pedagógicas que están generando el cambio que requiere la educación. ¿Con semejante inversión para minimizar sus talentos, no le parece un desperdicio? Haciendo que cobre vida la idea de Camus, de la "sensibilidad absurda" al enrostrarles a  perpetuidad y conscientemente la inutilidad de sus vidas profesionales, cuando están dispuestos a darlo todo.
Aunque me salga del tema,  no sé si le gusta el futbol, pero dicen que “nómina que gana no se toca”  eso tiene tanto de táctica como de estrategia. Usted tiene los pergaminos del maestro. Lo reto, porque la vida del tutor todos los días es de retos, a arriesgarse con nosotros con los mismos actores  –corazón valiente- a vivenciar el  #PTAConLosMismosActores  debe continuar
Le agradezco su deferencia, no quiero llamarme Sísifo, simplemente quiero seguir siendo John Jairo Botero González, el tutor que se cocina con orgullo a 40 grados en la sombra con 38 docentes en La Dorada –Caldas y lo hago porque cree, como todos, que ese programa es la PTA.
Con consideración y respeto

John Jairo Botero González



miércoles, 10 de octubre de 2018

¡Feliz cumpleaños mi Manizales de malva!


por John Sajje

Se secan en un ¡ay! las gargantas
¡Manizales! vibran cuando te llaman
y cuelgan con ojeras en sus cuerdas
los novios de las enramadas.


¡Oh, tierra  grande
que cuelgas de la montaña
tierra de muchas cicatrices
¡Domeñadas con nostalgia!



¡Tierra de tierra bella
acicalada en nívea fragancia
montaña de casas blancas
con buen acento paisa!



Manizales, teatro y aventura
sobre la tierra puritana
tierra de blancos inquilinos
bastión de las telarañas



¡Manizales, Tierra zurcida
por las manos de la alborada
que tejen sobre sus risco
montañeras mañanas!


Tierra, blanca  tierra
conquistada con el alma
por espadas y flechas
de fermines y Quimbayas



Manizales del alma te llaman
Cóndor mudo que desde el alba
deja que grite el alma
¡Ay Manizales de malva!


domingo, 9 de septiembre de 2018

EL COLOR DE LA POBREZA


 Por John Sajje


Gabriel García Márquez escribió en el año 1968 un cuento fantástico, sobre la caída de un hombre muy viejo con alas en un lodazal, en un pueblo de la isla caribeña de la Martinica. El hombre alado, o ángel según algunos, anduvo recluido en el gallinero a la espera que alguien dictaminara su naturaleza, sirviendo de atracción para los lugareños y proporcionando pingues beneficios para la pareja que le había acogido. El hombre alado soportaba estoicamente en el gallinero las infamias del hijo de la pareja “con una mansedumbre de perro sin ilusiones”. Un día al hombre alado le surgieron unas plumas fuertes y vigorosas con las cuales, tras unos primeros intentos fallidos, consiguió volar y perderse en el horizonte.

La sostenibilidad,  debe ser la meta de todas nuestras relaciones con el medio; de allí que la Verdadera tragedia de los comunes es que algunos se crean arquitectos de su destino y entre zanahoria y garrote se jueguen su futuro. Caso del Villahermosa painting.
Suelo ser un romántico y aún vislumbro en mi nostalgia, aquella canción mutante, con eco de regreso y conciencia metafórica como el  pueblo blanco de Serrat colgado de una sierra (para este caso), lleno de bombillas. Quizás porque es el sueño del sentido común, la aspiración de un paraíso al alcance del cielo, en un pueblo que se derrite sobre la sierra de María.  

Lamento ser un aguafiestas pero, como reza Quevedo “pues amarga la verdad / quiero echarla de la boca” no me gusta la favelización de Villahermosa… No me gusta “La ruta del color”. Eso de ser más felices porque pintaron las casas con vivos colores (estrambótico diría mi madre) no deja de ser surrealista y un mentís a la  memoria histórica de la comuna norte. Sainete parecido al estropicio de restauración del Ecce Homo por parte de Cecilia Giménez en España.


¿Quién dijo que con pintar una casa se resanan las relaciones intergeneracionales? Esa comuna es hija de la marginalidad y el  sustrato de la subnormalidad de La Avanzada. Camino del medio. Quiebra Culos, Asís. Las delicias y San Ignacio, por no hablar de Colon y el barrio Galán; donde los Alcaldes Kevin Ángel o Victoria Eugenia Osorio de Mejía quisieron ubicar a los más pobres, tan lejos del centro como de Dios, en la frontera del abismo con el Solferino.

Entiendo que el color se emplea como estrategia decorativa primordialmente y se dispone por su propio atractivo e incluso que se valora el fenómeno estético desde el punto de vista de su estructura formal, no desde su significación emotiva, de donde resulta indisimulable que las cosas duelen más cuando se imita sin contexto. Porque la comuna no tiene nada de atractivo, que no sea una reserva forestal y no somos, tampoco, Burano -- esa una isla en la Laguna de Venecia, en el norte de Italia-  para traer turistas a partir del color
Es posible, como dijo alguien, que con los colores se dan apropiación de territorios, pero este encubrimiento  se sintetiza en el refrán: Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. ¿Esa ruta del color es posible en Milán - que si tiene un bulevar- o en Palermo e incluso en Chipre? ¡No, porque solo aplica el color de la pobreza! Como la marca del Cordero.

¿Quién, además de los promotores de la idea y la publicidad inmersa, se hace la ilusión mental placentera de pensar, que porque pintaron unas casas con vivos colores, se redujo la delincuencia, el consumo de sustancia psicoactivas; se acabó la informalidad; se puede salir tranquilamente después de las 9 de la noche o que la frontera azul converge pacíficamente con la roja? Eso denota que nuestro sistema económico no contabiliza la pérdida de bienes y servicios ambientales cuando calcula la riqueza y el progreso o que lo que es común tiende a ser explotado al máximo, con el convencimiento de que lo que no explote uno mismo, será explotado por otro. Eso fue lo que el biólogo Garrett Hardin llamó “la tragedia de los comunes”.

Es verdad que Villahermosa no es una comunidad informal como Vila Cruzeiro. Para ser  exactos algo va de la favela  Santa Marta, en la que Michael Jackson rodó el videoclip de la canción 'They don't care about us', al barrio Villahermosa, en la Ciudadela del norte de Manizales. Entendiendo que, en una como otra, existen episodios de inseguridad, disputas por territorio, fronteras invisibles y  consumo de sustancias psicoactivas. Que una cosa es el esfuerzo de unos holandeses en el reto titánico de convertir toda una favela (60 mil habitantes) en un mosaico de vivos colores, para que sea reconocible en las imágenes satelitales de Google Earth y otra  la de la alcaldía, la Universidad y Aguas de Manizales por vender una idea mal copiada con visos sociales.

De lejos, a esa contaminación visual me huele a crayola o acuarela. La alcaldía pergeñó para ello toda una campaña que incluyó publicidad y rostros sonrientes que justificaran ese resane de conciencias que bien merecen otro tipo de intervención, entendiendo una frase muy bella que dice que: Las ventanas con mejores vistas se abren desde adentro. ¿Por qué olvidar que casi todas las ciudades del mundo expanden sus dominios de cemento y asfalto, mientras siguen teniendo casas viejas y deshabitadas en el centro? ¿Por qué no intervenir el centro histórico de Manizales instando a Monumentos Nacionales?  Saben por qué. Porque  estamos en La “sociedad o cultura ambientador  esa forma de vida afincada en la paradoja de solucionar los problemas agravándolos. Este modus vivendi sólo se preocupa de que los problemas no se vean, ni se huelan, y de maximizar, aparentemente, la comodidad física e intelectual de los individuos. Su máxima de vida es: “Si no veo ni huelo problemas es que no existen”.

El antropólogo Emilio Santiago nos dice que "mientras el crecimiento económico sea un precepto sagrado, la ecología estará obligada a rebajarse a marketing verde". Aquí es del color del arco iris, para que sea de lejos señalada con dedo, como una favela colgada de un barranco.
Algún mágico día, al pueblo le surgirán unas plumas fuertes y vigorosas con las cuales, consiga volar haciendo respetar su identidad. Dejará su mansedumbre de perro sin ilusiones. ¡Porque esa no es Manizales!


A propósito ¿Tiene usted la mansedumbre suficiente para dejar que le pinten estrambóticamente su casa para disimular y que sus vecinos no vean el infierno que vive adentro?


Imágenes tomadas de la web

lunes, 3 de septiembre de 2018

El teatro del SI



Por John Sajje


“Estamos hechos del mismo material que los sueños” dijo William Shakespeare en su obra: La Tempestad
El teatro tiene lo suyo. El color amarillo, por ejemplo,  está prohibido en el escenario. Es signo de mala suerte. Su origen se remonta a febrero de 1673, cuando el dramaturgo francés Moliére presentó su obra “El enfermo imaginario”, y él vestía de amarillo. Durante la representación se sintió enfermo y minutos más tarde murió en su casa. Desde entonces se considera un color vetado dentro del teatro, incluso Oscar Wilde fue víctima de esta superstición, al no poder estrenar su obra cumbre, Salomé (1958), ya que la mayoría de los bocetos de la escenografía eran amarillos. Además se considera impropio que la audiencia vista de ese color.

Yo era un crio apenas, cuando Atahualpa del Cioppo (un nombre potente) llegaba a Manizales huyendo de la dictadura uruguaya, con su grupo “El galpón”. Aún recuerdo sus ensayos e incluso la construcción de sus metalenguajes escenificados en la obra  “Fiesta”.
Para entonces era una dramaturgia en acción. Y fue en el “Galpón” de bellas artes, que para entonces era el patio de mi casa, pues vivíamos muy cerca de allí frente a una tienda que paradójicamente se llamaba “El Plebiscito”.

Y es que el festival del Manizales trae su propio guión desde que el doctor Jaime Sanín Echeverri al frente de la Corporación "Festival Latinoamericano de Teatro", compuesta por la Asociación Colombiana de Universidades, la Universidad de Caldas, la Oficina de Fomento y Turismo de Manizales, la Cámara de Comercio y la Sociedad Pro cultura; levantara el telón de Manizales a 2.215 metros sobre el nivel del mar, con el  novelista guatemalteco y premio Nobel (1967) Miguel Ángel Asturias como presidente honorario del mismo y miembros del jurado calificador: Un tal Pablo Neruda, Atahualpa del Cioppo, Santiago García, Jack Lang y Carlos Miguel Suárez Radillo. Otra paradoja: el montaje de "Guárdese bien cerrado en un lugar seco y fresco", de la norteamericana Terry Megan, escenificado por el grupo Teusaca (Teatro Experimental de la Universidad Santiago de Cali) ganó ese festival. Fue como premonitorio, porque así quisieron muchos retardatarios que se quedara el festival: “Bien cerrado...”.

Manizales se hizo una Babel intelectual, luego vinieron: Ernesto Sábato como jurado. "Los amores de don Perlimpín con Belisa en su jardín", de Federico García Lorca. "La Celestina", de Fernando de Rojas. Sófocles, Esquilo, Aristófanes y Eurípides, Félix Lope de Vega, Tirso de Molina, Pedro Calderón de la Barca. ¡Sí, Manizales era un Babel intelectual!
Se abrieron, por entonces, los armarios y nos vestimos de estrafalarios, charlábamos en “KIEN” y como ropavejeros deambulábamos por la 23 mientras en los púlpitos, rezongaba como sentimentalismo reaccionario el panegírico de contra, la tempestad encarnada en blasfemia de Monseñor Pimiento.

Entonces los jóvenes nos dimos cuenta que existía Ho Chi Minh; que  había una guerra en Vietnam. Supimos del saqueo militarizado de sus recursos por las potencias mundiales. Antes que nadie, nos dimos cuenta, en un escenario, que a lo largo de la historia, los seres humanos han dejado sus hogares por la falta de oportunidades económicas, las guerras, los desastres naturales, y las persecuciones de todo tipo. Que existía el agente naranja y el napalm tenía unos efectos. Supimos de Guantánamo. Que a nuestra América  llegaron con buldócer y dinamita dictadores como: Aparicio Méndez en Uruguay. Alfredo Stroessner en Paraguay. Hugo Banzer en Bolivia. Juan Velasco Alvarado en el Perú. Anastasio Somoza en Nicaragua. Carlos Castillo Armas en Guatemala. Porfirio Díaz en México. Castro en Cuba. François Duvalier en Haití. Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana. Era una epidemia y esa era la historia de dolor de todas nuestras repúblicas bananas, que llegaba en forma de teatro y luego fueron llegando réplicas guerrilleras: Los Montoneros, Las FARC, ELN, M19, Alfaro Vive ¡Carajo! Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, Liga Comunista 23 de Septiembre, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, Frente Sandinista de Liberación Nacional. Ejército del Pueblo Paraguayo, MRTA, Sendero Luminoso, Movimiento Revolucionario 14 de Junio, Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Entonces quedamos entre la querencia de las tablas como diría un taurino, comprando abonos de soslayo para sobrevivir y así el teatro se hizo subversivo y hacíamos pinitos con Rodrigo Carreño en el TICH (Algo debía dejar el festival).

Pero en silencio todo pasa como la novela de Marín Ledun. Y luego, el silencio se convirtió en el poder analgésico de la venganza y el festival empezó a sufrir, entonces aparecieron los verdaderos actores, que como Octavio se la juegan  con su propio parlamento para romper  ese metalenguaje de la cultura, que en Colombia significa ostracismo.
El teatro acunó palabras y frases que están con nosotros como representación misma. “Madre Coraje”, Don Juan, “Carmen”, “Celestina”, e incluso, a veces, suele que en la guerra se diga “El teatro de las operaciones” o que Neymar es teatrero, ¡deshonor para el teatro!

Entonces pensé en dos obras. La más hermosa ´que haya visto en un festival de Manizales: “Crónica de una muerte anunciada” con el grupo español La Cuadra, de Sevilla. Y el “Beso de la mujer araña” y vino esta última a mi memoria, pensando en que alguien escribiera una obra sobre esas mujeres maltratadas paquistaníes, por ejemplo, que son educadas en sumisión absoluta al hombre, cuando no pueden más se quitan la vida o solicitan su propio ingreso en las “cárceles de piedad” para no ser asesinada por los varones de la familia. Muchas son abusadas por los carceleros. Algunas que pensaron haber sido “perdonadas” por la familia, tras ser liberadas han sido asesinadas en la misma puerta de la cárcel, ya que la policía no libera a las mujeres presas sin no son recogidas por un familiar varón. Y pensar que en Facebook no salen sino poses, vida privada y chismes. ¡Cómo hace falta ese teatro de antes que hacía pensar y atravesar los huevos de Atahualpa del Cioppo”!

Y pienso en Colombia, como una obra teatral inconclusa, con todos los ingredientes, de tragicomedia. De amarillo se viste la minería ilegal, el impuesto al sol, el dinero de las coimas. Las promotoras del Si con la camiseta amarilla de Colombia. Las mujeres sometidas; el femenicidio, los niños malnutridos, es decir, tantas aristas y escenas dantescas bajo la batuta de un director (dictador) enano, que ni siquiera alcanzan a ver los espectadores y con la escenografía el miedo. Miedo a decir Sí. Incluso siete veces Sí,  sin vergüenza. Porque a esa obra le está prohibido el ¡SI!

A propósito le han dicho o ha dicho alguna vez a una mujer: ¡Quién de amarillo se viste, o de su belleza confía o de sinvergüenza se pasa!



sábado, 4 de agosto de 2018

GRACIAS SEÑOR PRESIDENTE

Por John Sajje

Todo empezó con un óleo encontrado en el Palacio de la Inquisición en Cartagena, que indagando, indagando, resultaría la imagen de quien fue presidente de la Confederación Granadina. Lo más aberrante que generó el encuentro fue como dicho retrato, de un negro,  fue enviado a París con el propósito de blanquear su piel morena.
Cuatro exilios, un indulto, un blanqueamiento étnico, un derecho de petición y un concepto del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, necesitó Juan José Nieto Gil para ser reconocido como el primer presidente negro de Colombia. El primero  de esos exilios fue en Jamaica, luego de ser apresado por Tomás Cipriano de Mosquera en 1841 y pasar una temporada en la prisión de Chagres, Panamá, donde escribió su novela  “Ingermina o la hija de Calamar”, porque además escribía.

Solo un derecho de petición hizo posible que el óleo del primer y único presidente negro en la historia de Colombia fuera ubicado en la galería de presidentes de Colombia, en la Casa de Nariño. Y como todo lo del pobre es robado, hubo de por medio un concepto del Instituto Colombiano de Antropología e Historia que confirmaba que Juan José, el hijo de dos fabricantes de pabilos para velas, fue presidente de Colombia entre el 25 de enero y el 18 de julio de 1861, lo que hacía a Juan Manuel Santos el presidente número 86  en la historia de Colombia.
Quizás  Nietzsche no se equivocó cuando dijo: “Toda obra perfecta es precisamente inconsciente e involuntaria; la conciencia expresa un estado personal imperfecto y a  veces morboso” entonces ¿por qué pensar que la paz debía ser perfecta,  si lo más difícil en un país como el nuestro es reconocer la verdad e  intentar poner frente a frente a dos enemigos, sin más armas que la palabra?
La idea de la paz, era tan difícil para la derecha que asustada veía diluir su caja registradora,  como para la gauche divine colombiana, esa que mezquinamente y por odio a Petro le restaron el albur del cambio a Colombia. Contingencia que nadie sabe cómo acabaría, pero era parte del juego de la democracia.

Y es que las identidades colectivas, como sentimiento, que nacen de forma espontánea son engranajes decisivos, en cualquier construcción política, y la paz era una construcción política que se esculpía en el hartazgo de la violencia y la inequidad, con una sombra común: ¡el  neoliberalismo! El pecado fue creer que solo bastaría con la adición mecánica de identidades y voluntades. Que bastaba con la palabra ¡SÍ! e incluso que se volvería polvo con el determinante: ¡No! El mismo que convertido en adverbio se hizo en tambor de guerra; cuando era solamente un sustantivo.

Porque el lenguaje también tiene sus problemas. Las palabras mienten, enmascaran, se interpretan; muerden entre sábanas; hacen amantes o enemigos, hieren entre amigos, o se esconden en las comisuras de la boca, como esos extremos que pendulan la vida y la muerte. Todas ellas crean analogías que  predicen el cómo el biendecir es dialogar o maldecir, monologar. “Sólo el diálogo construye la felicidad. En su soliloquio, Hamlet enloquecía. Don Quijote, cuerdo, hablaba con Sancho Panza”, escribía Juan Carlos Monedero en su libro El gobierno de las palabras ante el cual Eduardo Galeano dijera: "Bienvenido un libro que tiene por tema la palabra, sin palabrear la celebración ni la denuncia."
Estás son palabras, para expresar honor a quien rompiendo olas, cumplió su palabra. Porque el lenguaje que creemos hablar, en realidad nos habla. La paz está ahí para quien la quiera. Está ahí para quien la denoste. Está ahí para quien sin sentirla, en carne propia, quiera vender su firma para decirle a todos: ¡Bienvenida, añorada violencia!

Los códices están en blanco y la tinta roja lista para ser plasmada en la nueva historia. Se necesita una mano para descolgar el rótulo: ¡Dialogar es reconocer al otro! Se necesita una voz para que grite otra vez: ¡NO! Porque es mejor la fuerza y el grito; ese residuo de nuestro pasado evolutivo e incluso las mentiras tienen siempre maneras de soliloquio y tintes de locura (que le pregunten a Hamlet) replica Monedero con la metáfora “el amor es un fuego”. Pero soy de los que creen con Eduardo Punset que: “la felicidad está en la antesala de la felicidad” o como concluye Martin Seligman, que vincula la posibilidad de algún control sobre la propia vida con la felicidad: Ratones que pueden controlar una descarga eléctrica activando una palanca viven más que los que reciben la descarga y no pueden hacer nada. Llevado a nuestro ejemplo, pueblos que pueden romper la inercia social para mejorar su situación tienen la sensación de controlar más las cosas que aquellos que están a la defensiva intentando conservar su estatus.
El silencio ominoso de los fusiles taladra en los oídos de los actores del conflicto, de la sociedad civil, de las víctimas, incluidas las familias de los ex guerrilleros que no tienen más culpa de ser vientres sumisos de un pueblo olvidado. La empresa no fue fácil. Todos la querían, pero nadie la alcanzaba y quienes lo intentaron y fracasaron en su intento decidieron un día abortarla, con el interés mezquino de ensuciarse en el ventilador con los dolores estomacales del miedo.

No podemos ser un pueblo desmemoriado; sólo cuando hay memoria, los mentirosos tienen menos oportunidades.  La paz está ahí, imperfecta, sí, pero está ahí para tomarla y el hombre que la hizo posible se despide y quiero decirle gracias antes de irse. Porque voté por él por miedo y me regaló la más bella esperanza de mi vida. Gracias Juan Manuel Santos. ¡Mi Presidente! Debo decirle que, la paz bien valió un reino, aunque el Ku Klux Klan criollo se reinvente.

Sé que la paz necesita de una construcción simbólica, así como la guerra la tiene en la muerte. Quizás haya plata para recoger firmas para asesinarla. En un país donde se castiga el disenso, criminaliza la palabra y el estómago de la extenuación y la carencia son aliento; es bien vista  la compra de votos para elegir, pero no la compra de firmas para derogar. La paz se libra en el terreno de los imaginarios simbólicos, y los de a pie, temerosos, no tienen más opción que la opinión pública, masificada por los medios que venden en frasquitos  la pomada de los principios, las píldoras de las ideas y los dispensadores de los afectos…. ¡por ello no es raro que la paz esté ad portas de su primer exilio!

Un día un  papel en blanco estará frente a  sus ojos para que estampe una firma y envíe la paz al exilio… ¿Se acuerda de Juan José Nieto? el tiempo le reivindicó…A propósito ¿es usted de aquellos que antes de firmar lee la letra menuda porque  no es un Gil?



Imágenes tomadas de la web.

lunes, 30 de julio de 2018

Se va porque lo echan


Por: John Sajje


Un siete (7) de agosto de 1956, Cali se estremeció con  una explosión que provocó un temblor de 4.3 grados en la escala de Richter. ¡El caos reinó! En las 42 manzanas destruidas, cuatro mil personas volaron en átomos, 12 mil quedaron heridas. 1053 cajas que contenían 42 toneladas de dinamita, que eran transportadas en seis camiones escoltados por militares, para la construcción de carreteras de Cundinamarca y provenientes Buenaventura, dejaron un cráter de 50 metros por 25 de profundidad. La verdad material, como todo en este país, se desconoce, y nunca será desclasificada, para exclamar con Bécquer: ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!


La historia, como todas las que implican olvidar sus muertos, sería irrelevante, sino fuera porque el país, para entonces, estaba igual de polarizado como ahora. Todos, como ahora, se habían unido contra Rojas Pinilla y este acusó de la explosión a la oposición, que había celebrado el pacto de Benidorm; esa nefasta repartija del poder o del presupuesto de las élites liberales y conservadoras, origen de la corrupción que galopa sobre las cabezas indiferentes de quienes olvidan su historia o hacen del Ubérrimo el paraíso de los vencedores. Es posible que se recuerde en algún lado aquello de “¡Mueran los filisteos conmigo!” como gritara Sansón el primer suicida de la historia. Pero muy seguramente quienes coalicionaron, apenas el buque haga aguas, ¡se tirarán primero! Ninguno morirá con él.

No duele pensar que el Frente Nacional dejó un cráter de  más der 50 años de miseria por 25 de futuro mancillado; porque no fuimos capaces de escoltar la verdad y asesinamos a Gaitán por ella, a Galán por ello; a cientos de miles de líderes sociales por ello; sumimos a cientos de miles de mujeres a parir pobreza por ello; a otros ciento de miles les despojamos de sus tierras por ello; más los que envenenamos en nombre del patrioterismo. Todo eso lo hicimos para posibilitar que ellos, unos pocos, se frotaran las manos haciendo méritos para que les fuera conferida la cruz de Boyacá y los convirtiéramos en Senadores o representantes. Para entonces los negros ya estaban tugurizados o embutidos en casas de pique, los indígenas en las calles estirando la mano y las más poniéndose tetas para complacer a los ellos. Pensar que para tratar de romper ese frente se tuvo que constituir la ANAPO, una especie de POLO de ese tiempo pero sin tantos egos alborotados ni odios enquistados. No duele pensar que se hizo un país para los obedientes, sumisos, memoriosos y mercachifles que sirvieran de pretexto a los azucenajes.

Este siete de agosto de 2018 en medio de un temblor en la escala judicial de un partido, medio país hará todo lo posible para que la otra mitad siga olvidando sus muertos, con la desesperanza de que “Guacho” es demasiado-poco para ser responsabilizado de todo los males del país. Odebreth demasiado-demasiado para seguir esculcando las pirañas lobistas. Petro demasiado-susto para seguirlo recordando. Fajardo ­demasiado-ingenuo por haber dilapidado su demasiado-Google, como para volverlo a buscar. Antanas demasiado­- honesto como para gravarle el trasero ante lo rentable que le ha salido. La Paloma demasiado-loca como para refundar al Cauca e incluso EPM demasiado-desviado como para responsabilizarla de daño ecológico. Eso indica que seguimos siendo demasiados con síndrome de  minoría.

Este siete de agosto se asumirá una presidencia sin esa hipoteca gratis que suelen dar a los gobernantes, los ciudadanos, cuando empiezan un periodo, mientras se acomoda; porque entre otras, diez (10) millones de personas deberán justificar el por qué decidieron que se perdieran las ideologías, los principios institucionales y los partidos. Serán diez millones de compromisarios que comprometidos y responsabilizados no podrán quejarse y deberán mantener un gobierno de escaparate donde la desigualdad debe ser erradicada o escondida y el mentor salvado.
Este siete de agosto la mitad de un país polarizado sabrá si deja morir en una explosión judicial la oportunidad de generar un  temblor político que le ayude a cesar la horrible noche y reconocer que alguien se va porque lo echan. Mientras otro medio país seguirá olvidando sus muertos, su historia y su razón de futuro.

Este siete de agosto, ocho (8) millones de personas quieren que se cristalice un  proyecto de Nación que transite desde la impugnación de una cultura social y política de la competición y el individualismo a la construcción de un futuro de cooperación y construcción comunitaria. De lo contario seguirá imperando la conspiración del cansancio, la paranoia y la desmemoria.

Este 7 de agosto, como fiesta no debe pasar desapercibida. Es innegable que en la actualidad la figura del héroe tradicional es considerada ridícula y trasnochada, ya no hay quijotes, ni Romeos, tampoco poetas. ¡Es cursi! Los héroes de hoy son adornados con armas y características de perversidad e incluso otras formas de conductas marginales y magnicidas que se hacen mito; el hecho es que justifiquen con habilidad y en nombre de algo o alguien el motivo de su proceder. El resto será una izada de bandera, para que ¡no lo olviden!
El siete de agosto es un ayer y hoy perdido en hechos paralelos. Hoy es boleta llamarse Pascasio. Ayer Bolívar no sería acusado de reclutar menores. Hoy es refundar la patria. Ayer era reconquistar la patria. Ayer era realista. Hoy es compatriota. Ayer era el virrey. Hoy el ex. Ayer era la derecha en el Pantano de Vargas. Hoy la izquierda empantanada. Ayer Rondón con 14 jinetes. Hoy algo más que 12 apóstoles. Ayer no había muerto malo. Hoy existen buenos muertos.

Alguna vez Galeano definía un fanático de futbol y cual fuera mi estupor al pensar que no era de futbol.  Para mí era la descripción de un integrante político que este 7 de agosto va al capitolio de frac acompañando lo suyo: “El fanático es el hincha en el manicomio. La manía de negar la evidencia ha terminado por echar a pique a la razón y a cuanta cosa se le parezca, y a la deriva navegan los restos del naufragio en estas aguas hirvientes, siempre alborotadas por la furia sin tregua En estado de epilepsia mira el partido, pero no lo ve. Lo suyo es la tribuna. Ahí está su campo de batalla. La sola existencia del hincha del otro club constituye una provocación inadmisible. El Bien no es violento, pero el Mal lo obliga. El enemigo, siempre culpable, merece que le retuerzan el pescuezo. El fanático no puede distraerse, porque el enemigo acecha por todas partes. También está dentro del espectador callado, que en cualquier momento puede llegar a opinar que el rival está jugando correctamente, y entonces tendrá su merecido”


Son muchos los temblores judiciales y explosivas noticias políticas por esta época, a propósito ¿usted no ha sentido un leve temblor parkinsoniano de enfrentar con miedo, un futuro que no sabe con qué verdad eligió?


Imágenes tomadas de la web