Por John Sajje
En 1972 la activista política y
feminista Gloria Steinem, autora de "After Black Power, Women's
Liberation", escribió que la Mujer Maravilla (Wonder Woman) simbolizaba
muchos de los valores que las feministas estaban intentando introducir en la
cultura popular: la fuerza y la auto-confianza de las mujeres en ellas mismas;
las nociones de apoyo mutuo y hermandad; la paz y la promoción de valores
humanos, y la denuncia de las agresiones masculinas y de la violencia como
única forma de resolver los conflictos. La serie fue creada para DC Comics en
1941 por el psicólogo William Moulton Marston, convencido
de la superioridad del género femenino.
Así nació la princesa Diana de
Themyscira, hija de Hippolyta. Al mezclarse con la sociedad fuera de su tierra
natal, adopta su identidad civil Diana Prince. Al personaje también se lo
conoce con epítetos como el "Increíble Amazonas", el "Espíritu
de la verdad" y la "Diosa
del Amor y la Guerra".
Naciones Unidas la nombró a la súper
heroína embajadora honorífica para promover la igualdad de género y la lucha
contra la violencia machista. Ban Ki-moon avergonzado con 45.000 firmas de
queja, anuló el título y la mujer maravilla fue derrotada. Duró dos meses en el
cargo.
Pero, Hollywood sigue siendo mágico. ¡Ahora
inventó el acoso! No porque Disney haya producido la serie infantil ‘Andi Mack’,
que trata el tema de la homosexualidad. Tampoco por la influencia del personaje que encarnó Judy
Garland en El mago de Oz, donde era ya evidente que los colores de la bandera
que representa el movimiento hacen una clara alusión a la canción Over the
rainbow, que la actriz entonase en la mítica película.
Todo se debe al caso Harvey Weinstein,
el famoso productor de Shakespeare in Love (Shakespeare enamorado) acusado de violar, agredir, molestar y
hostigar sexualmente a más de un centenar de mujeres a lo largo de tres
décadas. Al abrirse la caja de Pandora por el mundo se desperdigó el #MeToo (#Yo
también) un hashtag con el cual se auto reivindican millares de mujeres que a
lo largo y ancho del planeta solo han sentido el pie masculino.
Pero, ¡oh, sorpresa! apareció el caso
Kevin Spacey, donde el actor Anthony Rapp le acusara de un caso de acoso sexual
en 1986, cuando ambos tenían 14 y 26 años, respectivamente. Con ello nos dimos
cuenta que esto, no es exclusividad de las mujeres, sino que el acoso sexual es
una situación de posición dominante. Que
la violencia de género es eso, de género, no solo de mujeres.
30 años cometiendo toda clase de tropelías para que algunos de esos abusos prescriban en el tiempo y no tengan poder vinculante. Los mismos 30 años que se demoró Kevin para mirarse en el espejo y reconocerse homosexual.
30 años cometiendo toda clase de tropelías para que algunos de esos abusos prescriban en el tiempo y no tengan poder vinculante. Los mismos 30 años que se demoró Kevin para mirarse en el espejo y reconocerse homosexual.
Lo más triste es que el mundo estaba más expectante de
si la plataforma Netflix rompía cualquier lazo
con Kevin Spacey (Frank Underwood) y por ende se
acababa “House of Cards" debido al escándalo sexual o la serie seguía. Por
fortuna eso no quedó en la anécdota de “para pegarte en la cara marica” sino
que la plataforma decidió romper cualquier lazo con Kevin Spacey y subrayó que no seguirá
adelante con la serie "House of Cards" mientras esta siga incluyendo
al actor. Le retiran el EMY y Scotlan Yard lo investiga por un abuso de 2008.
Y Hollywood dijo hágase el acoso y el
mundo empezó a hablar del tema, lo
visibilizó, nos mostró la cara. Nos la pintó. La hipocresía se sonrió de frente.
Nuestro rango de indiferencia subió. Y pensar que a diario muchachas del servicio
son asaltadas sexualmente por “El señor”
o el despertar sexual del “señorito”.
Que a diario chicas en almacenes sufren ese tipo de acoso para ganarse un trabajo. Que a diario en los colegios se
acosa por una nota. Que a diario en las
altas esferas se pide y da sexo por obtener un empleo. Que a diario en la
televisión se trafica con sexo a través de realities para obtener un papel, para que la gente vote por el más
obsceno. Que a diario el cliente le soba “la nalguita” a la camarera para poder
dejarle la propina. Que a diario se vive en la empresa el “tocamiento” para
ascender. Que a diario en cuanto reinado y pasarela existe, desfila el acoso y
campea el lenguaje Fashion. En todas esos eventos angustiantes y más, a diario se aprovecha la posición del poder y la fuerza y se hace
dominante sobre el dolor de los más humildes. ¡Oh! y los escaladores sociales, porque no
falta quien use sus dotes para escalar sin
recato y pudor.
A propósito, ¿piensa que eso de la Mujer Maravilla fue una “maricada” que se inventó Naciones Unidas
para dar contentillo a las mujeres?
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